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Nicole Apr 2015
Dicen que la vida es corta, pero depende de tu perspectiva de vista.
Unos viven la vida ajetreados, agonizando por querer que todo sea completado en un lapso de tiempo. Otros, simplemente dejan que los minutos pasen, viven cada momento de acuerdo a su reloj anatómico, sin prisa alguna. Yo creo que todos debemos tener una lista, sí, una lista de aquellas cosas que te gustarían hacer, clasificadas por las "posibles" y por las que "parecen ser imposibles". Aclaro, nada es imposible... Solo hay que trabajar más duro para alcanzarlas. Muchos, andan creando una vida según sus ideales, pretendiendo que será perfecta, pero nada lo es. Viven encerrados en una burbuja necesitada de una pequeña grieta, sí, una grieta que comenzará a marcar el futuro que los espera en el mundo real una vez su encerrona culmine.Nada es perfecto, eso hay que tenerlo en mente. Habrán días gozosos, llenos de sucesos inesperadamente increíbles, días en los que todo te habrá salido tal y como lo esperabas, le sonreirás hasta al anciano que ves en el estacionamiento, o al niño que está sosteniendo la mano de su madre, cantarás tu canción favorita y bailarás sin cesar.. y lo mencionarás como "El mejor día de tu vida." ¿Quién no ha hecho eso? Sin embargo, habrán otros días en los que sientes que tu cielo se torna gris, pasas por alguna desepción, te sientes mal humarado, tu familia o colegas no te entienden, todo te sale mal, sientes el deseo de gritar, pero te niegas, a veces utilizas el término "desearía desaparecer en estos momentos"... A ese, a ese día lo llamarás de la manera más espeluznante que se te ocurra en el instante, solo para refutar y acentuar lo mucho que lo odiaste. Ahora, pienso yo, ¿por qué a ese día no lo llamas "el mejor de tu vida", al igual que aquellos que parecen haber estado moldeados por ángeles divinos? Piénsalo, ese pudo haber sido "el mejor día de tu vida", pero no te diste la tarea a creerlo. Te encerraste en el hecho de que sentías que todo recaía sobre ti y no te sentaste un momento a pensar que "todo pasa por una razón", como recita el conocido dicho. De eso que te quejas, de esos días tan repugnantes, es cuando más uno aprende. ¿Qué tendría la vida de divertida si todo nos sale "perfecto"? Sea larga o sea corta, hay que aprender a desearla, tanto como esos que no saben si en cualquier segundo pasan a morar. Selecciona cuál es la mejor opción para ti, no para los demás. Ante nubes grises y estruendosas lluvias, resalta un arcoiris que te da esperanza y te enseña que cada día es una nueva oportunidad para alcanzar aquello que hayas anotado en tu lista, sea larga o sea corta, te haya ido bien en el día o "no". Para de quejarte;  comienza a disfrutar y a aprender de todos los ángulos y verás que, al final, cuando las generaciones hayan crecido, tendrás la dicha de contarlo y mencionarlo como uno de *"Los mejores días de mi vida"
El gobierno francés, ¿o fue el gobierno inglés?, puso una lápida
En esa casa de 8 Great College Street, Camden Town, Londres,
Adonde en una habitación Rimbaud y Verlaine, rara pareja,
Vivieron, bebieron, trabajaron, fornicaron,
Durante algunas breves semanas tormentosas.
Al acto inaugural asistieron sin duda embajador y alcalde,
Todos aquellos que fueran enemigos de Verlaine y Rimbaud cuando vivían.

Con la tristeza sórdida que va con lo que es pobre,
No la tristeza funeral de lo que es rico sin espíritu.
Cuando la tarde cae, como en el tiempo de ellos,
Sobre su acera, húmedo y gris el aire, un organillo
Suena, y los vecinos, de vuelta del trabajo,
Bailan unos, los jóvenes, los otros van a la taberna.

Corta fue la amistad singular de Verlaine el borracho
Y de Rimbaud el golfo, querellándose largamente.
Mas podemos pensar que acaso un buen instante
Hubo para los dos, al menos si recordaba cada uno
Que dejaron atrás la madre inaguantable y la aburrida esposa.
Pero la libertad no es de este mundo, y los libertos,
En ruptura con todo, tuvieron que pagarla a precio alto.

Sí, estuvieron ahí, la lápida lo dice, tras el muro,
Presos de su destino: la amistad imposible, la amargura
De la separación, el escándalo luego; y para éste
El proceso, la cárcel por dos años, gracias a sus costumbres
Que sociedad y ley condenan, hoy al menos; para aquél a solas
Errar desde un rincón a otro de la tierra,
Huyendo a nuestro mundo y su progreso renombrado.

El silencio del uno y la locuacidad banal del otro
Se compensaron. Rimbaud rechazó la mano que oprimía
Su vida; Verlaine la besa, aceptando su castigo.
Uno arrastra en el cinto el oro que ha ganado; el otro
Lo malgasta en ajenjo y mujerzuelas. Pero ambos
En entredicho siempre de las autoridades, de la gente
Que con trabajo ajeno se enriquece y triunfa.

Entonces hasta la negra prostituta tenía derecho de insultarlos;
Hoy, como el tiempo ha pasado, como pasa en el mundo,
Vida al margen de todo, sodomía, borrachera, versos escarnecidos,
Ya no importan en ellos, y Francia usa de ambos nombres y ambas obras
Para mayor gloria de Francia y su arte lógico.
Sus actos y sus pasos se investigan, dando al público
Detalles íntimos de sus vidas. Nadie se asusta ahora, ni protesta.

"¿Verlaine? Vaya, amigo mío, un sátiro, un verdadero sátiro.
Cuando de la mujer se trata; bien normal era el hombre,
Igual que usted y que yo. ¿Rimbaud? Católico sincero,
como está demostrado".
Y se recitan trozos del "Barco Ebrio" y del soneto a las "Vocales".
Mas de Verlaine no se recita nada, porque no está de moda
Como el otro, del que se lanzan textos falsos en edición de lujo;
Poetas mozos de todos los países hablan mucho de él en sus provincias.

¿Oyen los muertos lo que los vivos dicen luego de ellos?
Ojalá nada oigan: ha de ser un alivio ese silencio interminable
Para aquellos que vivieron por la palabra y murieron por ella,
Como Rimbaud y Verlaine. Pero el silencio allá no evita
Acá la farsa elogiosa repugnante. Alguna vez deseó uno
Que la humanidad tuviese una sola cabeza, para así cortársela.
Tal vez exageraba: si fuera sólo una cucaracha, y aplastarla.
Hay dulzura infantil
En la mañana quieta.
Los árboles extienden
Sus brazos a la tierra.
Un vaho tembloroso
Cubre las sementeras,
Y las arañas tienden
Sus caminos de seda
-Rayas al cristal limpio
Del aire-.
                    En la alameda
Un manantial recita
Su canto entre las hierbas
Y el caracol, pacífico
Burgués de la vereda,
Ignorado y humilde,
El paisaje contempla.
La divina quietud
De la naturaleza
Le dio valor y fe,
Y olvidando las penas
De su hogar, deseó
Ver el fin de [la] senda.
Echó andar e internóse
En un bosque de yedras
Y de ortigas. En medio
Había dos ranas viejas
Que tomaban el sol,
Aburridas y enfermas.
Esos cantos modernos,
Murmuraba una de ellas,
Son inútiles. Todos,
Amiga, le contesta
La otra rana, que estaba
Herida y casi ciega:
Cuando joven creía
Que si al fin Dios oyera
Nuestro canto, tendría
Compasión. Y mi ciencia,
Pues ya he vivido mucho,
Hace que no la crea.
Yo ya no canto más...
Las dos ranas se quejan
Pidiendo una limosna
A una ranita nueva
Que pasa presumida
Apartando las hierbas.
Ante el bosque sombrío
El caracol, se aterra.
Quiere gritar. No puede,
Las ranas se le acercan.
¿Es una mariposa?,
Dice la casi ciega.
Tiene dos cuernecitos,
La otra rana contesta.
Es el caracol. ¿Vienes,
Caracol, de otras tierras?
Vengo de mi casa y quiero
Volverme muy pronto a ella.
Es un bicho muy cobarde,
Exclama la rana ciega.
¿No cantas nunca? No canto,
Dice el caracol. ¿Ni rezas?
Tampoco: nunca aprendí.
¿Ni crees en la vida eterna?
¿Qué es eso?
                            Pues vivir siempre
En el agua más serena,
Junto a una tierra florida
Que a un rico manjar sustenta.
Cuando niño a mí me dijo
Un día mi pobre abuela
Que al morirme yo me iría
Sobre las hojas más tiernas
De los árboles más altos.
Una hereje era tu abuela.
La verdad te la decimos
Nosotras. Creerás en ella,
Dicen las ranas furiosas.
¿Por qué quise ver la senda?
Gime el caracol. Sí, creo
Por siempre en la vida eterna
Que predicáis...
                                Las ranas,
Muy pensativas, se alejan,
Y el caracol, asustado,
Se va perdiendo en la selva.
Las dos ranas mendigas
Como esfinges se quedan.
Una de ellas pregunta:
¿Crees tú en la vida eterna?
Yo no, dice muy triste
La rana herida y ciega.
¿Por qué hemos dicho entonces
Al caracol que crea?
¿Por qué?... No sé por qué,
Dice la rana ciega.
Me lleno de emoción
Al sentir la firmeza
Con que llaman mis hijos
A Dios desde la acequia...
El pobre caracol
Vuelve atrás. Ya en la senda
Un silencio ondulado
Mana de la alameda.
Con un grupo de hormigas
Encarnadas se encuentra.
Van muy alborotadas,
Arrastrando tras ellas
A otra hormiga que tiene
Tronchadas las antenas.
El caracol exclama:
Hormiguitas, paciencia.
¿Por qué así maltratáis
A vuestra compañera?
Contadme lo que ha hecho.
Yo juzgaré en conciencia.
Cuéntalo tú, hormiguita.
La hormiga medio muerta
Dice muy tristemente:
Yo he visto las estrellas.
¿Qué son estrellas? -dicen
Las hormigas inquietas.
Y el caracol pregunta
Pensativo: ¿estrellas?
Sí, repite la hormiga,
He visto las estrellas.
Subí al árbol más alto
Que tiene la alameda
Y vi miles de ojos
Dentro de mis tinieblas.
El caracol pregunta:
¿Pero qué son estrellas?
Son luces que llevamos
Sobre nuestra cabeza.
Nosotras no las vemos,
Las hormigas comentan.
Y el caracol, mi vista
Sólo alcanza a las hierbas.
  Las hormigas exclaman
Moviendo sus antenas:
Te mataremos, eres
Perezosa y perversa,
El trabajo es tu ley.
Yo he visto a las estrellas,
Dice la hormiga herida.
Y el caracol sentencia:
Dejadla que se vaya,
Seguid vuestras faenas.
Es fácil que muy pronto
Ya rendida se muera.
Por el aire dulzón
Ha cruzado una abeja.
La hormiga agonizando
Huele la tarde inmensa
Y dice, es la que viene
A llevarme a una estrella.
Las demás hormiguitas
Huyen al verla muerta.
El caracol suspira
Y aturdido se aleja
Lleno de confusión
Por lo eterno. La senda
No tiene fin, exclama.
Acaso a las estrellas
Se llegue por aquí.
Pero mi gran torpeza
Me impedirá llegar.
No hay que pensar en ellas.
Todo estaba brumoso
De sol débil y niebla.
Campanarios lejanos
Llaman gente a la iglesia.
Y el caracol, pacífico
Burgués de la vereda,
Aturdido e inquieto
El paisaje contempla.
Cómo era el instante, dígalo la musa
que las dichas trae, que las penas lleva:
la tristeza pasa, velada y confusa;
la alegría, rosas y azahares nieva.
Era en un amable nido de soltero,
de risas y versos, de placer sonoro;
era un inspirado cada caballero,
de sueños azules y vino de oro.
Un rubio decía frases sentenciosas:
negando y amando las musas eternas
un bruno decía versos como rosas,
dos sonantes rimas y palabras tiernas.
Los tapices rojos, de doradas listas,
cubrían panoplias de pinturas y armas,
que hablaban de bellas pasadas conquistas,
amantes coloquios y dulces alarmas.
El verso de fuego de D'Annunzio era
como un son divino que en las saturnales
guiara las manchadas pieles de pantera
a fiestas soberbias y amores triunfales.
E iban con manchadas pieles de pantera,
con tirsos de flores y copas paganas
las almas de aquellos jóvenes que viera
Venus en su templo con palmas hermanas.
Venus, la celeste reina que adivina
en las almas vivas alegrías francas,
y que les confía, por gracia divina,
sus abejas de oro, sus palomas blancas.
Y aquellos amantes de la eterna Dea,
a la dulce música de la regia rima
oyen el mensaje de la vasta Idea
por el compañero que recita y mima.
Y sobre sus frentes, que acaricia el lauro,
Abril pone amable su beso sonoro,
y llevan gozosos, sátiro y centauro,
la alegría noble del vino de oro.
Abimael Sep 2021
Eres un árbol
donde la poesía
se recita...
En un canto de amor
en donde el dolor es vapor
Por que en ti
Me encontrare ami
Solo por ti
te amare por mi existir
Altagracia <3
stranger Dec 2021
_
De mi-ai dezpletii coastele.
S-au încâlcit și mi-au luat tot aerul cu ele.
Ți-aș recita idile
Mai calde ca  visele mele.
Mă strâng oasele.
Eu ard și ele țin scrumul în mine.
Ce deranj al magiei,
Îmi tresar nervii și arterele *** le convine.
Ce sunt eu pentru tine?
O fericire trecătoare, o intrigă complexă, o altă gură nepăsătoare.
Aş cere mult prea mare oroare,
Timpul tău pentru guri temporare
Viața ta pentru o întâmplare.
Ochii tăi păstrați în a mea chemare.
Ți-am spus fără corp și fără teamă că ești violoncel
În vise ți-aș vorbii astfel, fără remușcare.
Iar câinele din mine se scutură de ură
M-aș arunca în iad să văd un alt zâmbet
O altă sclipire mai pură, un alt miracol corpolent.
Aş vrea să-mi vezi ființa necoruptă
Să-ți arăt că real am respirat și eu.
Dar condiția blestemată
Îmi ştirbeşte plămânii de aer, îmi face moartea țelul.
Eu.
Eu nu aș știi *** să te iubesc.
Valeria Chauvel Jan 2019
Un mar de sal, calla el silencio
el único velero en el horizonte,
del cual canta un triste heraldo,
y anuncia el pregón de las doce.

-He aquí bajo el vasto firmamento!
la solitud cuya presencia,
ahonda en un canto de lamento,
su más dolorosa esencia.

Como onduladas dunas distantes,
y el morbo de la ausencia,
una solitaria ave ronda en vuelo,
cantando la prolongada pena.

Se posa esta y contempla,
a la nada que la observa,
el lado lúgubre de la luna,
en la noche más oscura-.

Y el pobre heraldo en su voz más elevada,
recita el mensaje que nadie escucha,
entregado a la misma hora,
coge su flauta, canta y llora.

La soledad es la forma más profunda de la tristeza. La ausencia, el aislamiento, el más grande miedo del hombre.
Valeria Chauvel Mar 2019
Los profetas han predicado extensas leyendas,
añorando el Santuario desde remotos tiempos,
en la ilusión el hombre permanece en cavernas,
cegado ante el levante cuando recita el secreto,
que con vanas lenguas la tierra se ha profanado
y como aislados forasteros navegamos el océano,
cruzando la eterna noche por la tierra prometida,
con el tiempo envuelto en el inerte movimiento,
sin poder ver la sagrada luz ponerse ante la orilla.
Se sumerge en el distante horizonte, el poniente,
que subyace las corroídas voces de otros soles,
de aquellos que llevan la palabra que trasciende
para ver el paraíso aquí presente en este orbe.
Acută Cocolita!
Tu voi să înțeleagă lumea…
Eu voi recita K-lumea.
Tu: De vorbesc, scurtează… poezia n-o cripta!
Eu: De amăgesc, rimează… pana mea!

În inimă înrădăcinat:
Dintotdeauna focusat, pe a găsi,
Cel puțin oferi un sens vieții.
Așteptat din interior, deși mort fără tine mor,
Neașteptat din exterior, puicuța mea... te ador!

Acestea oare?
Idilicul ce doare,
Flux simbolic,
Paradox logic,
Realul ca alinare.

Lună și soare,
Colți și gheare,
Creți dar/și drepți,
Jenă și pasiune,
Frișcă și căpșune.

Ce întrebare…
Există multe alte elemente,
Adunate, îmbinate—
Toate suficiente?
Urmează multe alte evenimente.

Copii…
Crescuți din agonie,
Trăim în armonie.
Al tău pe vecie,
Draga mea excepție!

Ca atare:
Rezonanță mai adâncă;
Decât în muzică,
În sfârșit *** afirma:
Este soțioara mea!
Poem written in Romanian, dedicated to my now wife with love to our marriage.

— The End —