Submit your work, meet writers and drop the ads. Become a member
Lentamente el ahogado recorre sus dominios
Donde el silencio quita su apariencia a la vida.
Transparentes llanuras inmóviles le ofrecen
Árboles sin colores y pájaros callados.

Las sombras indecisas alargándose tiemblan,
Mas el viento no mueve sus alas irisadas;
Si el ahogado sacude sus lívidos recuerdos,
Halla un golpe de luz, la memoria del aire.

Un vidrio denso tiembla delante de las cosas,
Un vidrio que despierta formas color de olvido;
Olvidos de tristeza, de un amor, de la vida,
Ahogados como un cuerpo sin luz, sin aire, muerto.

Delicados, con prisa, se insinúan apenas
Vagos revuelos grises, encendiendo en el agua
Reflejos de metal o aceros relucientes,
Y su rumbo acuchilla las simétricas olas.

Flores de luz tranquila despiertan a lo lejos,
Flores de luz quizá, o miradas tan bellas
Como pudo el ahogado soñarlas una noche,
Sin amor ni dolor, en su tumba infinita.

A su fulgor el agua seducida se aquieta,
Azulada sonrisa asomando en sus ondas.
Sonrisas, oh miradas alegres de los labios;
Miradas, oh sonrisas de la luz triunfante.

Desdobla sus espejos la prisión delicada;
Claridad sinuosa, errantes perspectivas.
Perspectivas que rompe con su dolor ya muerto
Ese pálido rostro que solemne aparece.

Su insomnio maquinal el ahogado pasea.
El silencio impasible sonríe en sus oídos.
Inestable vacío sin alba ni crepúsculo,
Monótona tristeza, emoción en ruinas.

En plena mar al fin, sin rumbo, a toda vela;
Hacia lo lejos, más, hacia la flor sin nombre.
Atravesar ligero como pájaro herido
Ese cristal confuso, esas luces extrañas.

Pálido entre las ondas cada vez más opacas
El ahogado ligero se pierde ciegamente
En el fondo nocturno como un astro apagado.
Hacia lo lejos, sí, hacia el aire sin nombre.
De vez en cuando la alegría
tira piedritas contra mi ventana
quiere avisarme que está ahí esperando
pero me siento calmo
casi diría ecuánime
voy a guardar la angustia en un escondite
y luego a tenderme cara al techo
que es una posición gallarda y cómoda
para filtrar noticias y creerlas
quién sabe dónde quedan mis próximas huellas
ni cuándo mi historia va a ser computada
quién sabe qué consejos voy a inventar aún
y qué atajo hallaré para no seguirlos
está bien no jugaré al desahucio
no tatuaré el recuerdo con olvidos
mucho queda por decir y callar
y también quedan uvas para llenar la boca
está bien me doy por persuadido
que la alegría no tire más piedritas
abriré la ventana
abriré la ventana.
Desabrigan en altos Monumentos
Cenizas generosas, por crecerte;
Y altas ruinas, de que te haces fuerte,
Más te son amenaza que cimientos.
De venganzas del Tiempo, de escarmientos,
De olvidos y desprecios de la Muerte,
De túmulo funesto, osas hacerte
Árbitro de los Mares y los Vientos.
Recuerdos y no Alcázares fabricas;
Otro vendrá después que de sus torres
Alce en tus huesos fábricas más ricas.
De ajenas desnudeces te socorres,
Y procesos de mármol multiplicas;
Temo que con tu llanto el suyo borres.
una mañana de otoño sim simmons
se levantó sin ojos como caídos a favor de la estación
"pero no importa" dijo
y se alisaba la memoria

"no importa realmente no importa" decía sim simmons
poniéndose árboles vacíos en las cuencas
a los que alimentó con estampidos
gritos olvidos silenciosas partes

nocturnos insectos portadores de muerte
rondaban por los árboles
"no importa" decía sim
desplegando sus tiernas alas

y volando todo alrededor del cielo
"si fuese una nube" decía "si fuese un halcón o
catástrofe
lo que me come el corazón" decía
"te apagaste paloma" decía sim simmons sin llorar

"no tengo ojos para llorar" decía "y sin embargo debiera"
decía recordando que todo vegetal,
agua llanto lluvia o río necesita
para abrigar un tierno nido

así que sim simmons se puso a llorar
los árboles se le volaron
y otra vez tuvo ojos para mirar o ver o sufrir
y llorar sin dar comida a nadie

"me lo merezco" decía sim simmons tarde
"me lo merezco mucho" decía con los ojos ya secos
duros brillantes como sol
bajo la tierra de Alabama

dos ríos nacieron donde lo enterraron
uno hacia el norte otro hacia le sur
para memoria para olvido
y todo el mundo tuvo agua

pero sim simmons no:
miraba para abajo
ya merecido o muerto o triste
sin árboles sin árboles
todo el turbión las penas los olvidos
las penumbras la carne la memoria
la política el fuego el sol de pájaros
las plumas violentísimas los astros
los arrepentimientos junto al mar
los rostros los oleajes la ternura
alguna vez apenan apenumbran
olvidan arden escarnecen astran
politizan solean pajarmente
plumean se arrepienten y memorizan maran
enróstranse y olean o enternecen
se buscan y levantan cuando caen
mueren como sustancias nacen como sustancias
se entrechocan son causa de misterios
balbucen baban cómense se beben
lluévense para adentro en las ventanas
se ven venir circulan en sus brazos
hasta dar en palabra como muertos
o como vivos giran parpadean
libres en el sonido presos en el sonido
andan por todo el mundo humanamente
a nadie pertenecen astros mares
como arrepentimientos como olvidos
penas enfoguecidas o políticas
penumbras de la carne pájaros de aquel rostro
y el turbión la memoria los oleajes
Juan de la Cruz, dime si merecía
la pena descolgarte, por la noche,
de tu prisión al Tajo, ser herido
por las palabras y las disciplinas,
soportar corazones, bocas, ojos
rigurosos, beber la soledad...

-¿Otro whisky?
La pelirroja
-caderas anchas, ojos verdes-
ofrece ginebra a un amigo.
Hombros y pechos le palpitan
en el reír. ¡Oh llama de amor viva,
que dulcemente hieres!...

Junto al embajador de China,
detrás de la cantante sueca,
el agregado militar
de Estados Unidos de América,
Juan de la Cruz bebe un licor
de luz de miel...

                      (Dime si merecía
la pena, Juan de Yepes, vadear
noches, llagas, olvidos, hielos, hierros,
adentrar en la nada el cuerpo, hacer
que de él nacieran las palabras vivas,
en silencio y tristeza, Juan de Yepes...
Amor, llama, palabras- poesía,
tiempo abolido... Di si merecía
la pena para esto...)

                              El aplaudido
autor con el puro del éxito,
la amiguita del productor
velando su pudor de nylon,
las mejillas que se aproximan
femeninamente: «Mi rouge
mancha, preciosa...» (Mancha amor
cuando en las bocas no hay amor).

(Juan de la Cruz, dime si merecía
la pena padecer con fuego y sombra,
beber los zumos de la pesadumbre,
batir la carne contra el yunque, Juan
de Yepes, para esto... Vagabundo
por el amor, y huérfano de amor...)
la gran mujer que era esa tarde metida en su dulzura cómo se doblegaba
tierna de sí por las calles más últimas los árboles los patios
rostros como entregados a escándalos de olvido
la puta la bellísima llena de súbitas mujeres
como arrepentimientos como culpas las repartidas por el aire
llamando a la tormenta las soñaban los hombres de la mar
las inventaban por los camarotes de espaldas al océano mecidos
mujeres altas bellas negras madres disparos de su carne
tetísimas muslísimas las sufridoras de hijos pasaban por Dakar
era Dakar exactamente
los sargentos de l'armée coloniale y los estibadores cubriéndose la rabia con el cuerpo
yvonne envuelta en llamas perseguida por jabalíes de oro
la puta la bellísima
con apenas su cuerpo mulato contra el mundo su cuerpo celebrado
conversado en borneo acariciado amado yvonne la capital de diversas
catástrofes y olvidos
escrita en las paredes de todos los alcoles
yvonne que odiaba a los franceses
por sus ojos pasaban los ciegos del mercado
las pústulas del barrio de medinnah las pústulas mundiales
caían furias tristes clausura de sus senos
Leydis Jun 2017
¿Habrá alguien que ame realmente,
en un mundo donde el amor y una quimera son lo mismo?
   ¿Habrá alguien que quiera algo más allá de ensueños?
     ¿De una rápida entrega?
      ¿Habrá alguien que todavía crea en las palabras;
         amor fulminante,
       amor palpante,
     amor entero,
  amor franco,
amor eterno,
amor sin miedos,
  amor con riesgos,
    amor sin tiempos,
       amar sin olvidos,
           amar en silencio,    
         amor seguro,
       amor puro,
    amor excitante?
    ¿Habrá alguien que crea en la magia de conquistar en poemas?
       ¿De la declaración de amor en una canción que expongas sus más ardientes penas?
          ¡De una noche extasiando las estrellas!
           ¡De agradecerle al universo su majestuosa y divina estructura!
          ¿Habrá alguien que todavía le reza a Dios para que vele por su amor?
      Creo que sí,
   ¡lo sueño en cada despertar!
        
LeydisProse
6/15/2017
https://www.facebook.com/LeydisProse/about/
Íbamos en la noche con tu sueño y el mío,
donde empiezan tus ojos y termina las sombra.
Y allá, bajos los puentes, iba cantando el río
la inquietud que se olvida y el dolor que se nombra.

Vivir es una ciencia, pero amar es un arte;
y, puesto que quien ama va viviendo su muerte,
nadie sabrá que un día te besé sin besarte,
ni que te he poseído también, sin poseerte.

Y supe que la nieve puede ser una brasa,
aquella tibia noche de silencio y de seda,
y que, antes que una nube fugitiva que pasa
quiero ser en tu vida la raíz que se queda.
Íbamos en la noche con tu sueño y el mío,
y la luna crecía, como si nos mirara,
mientras junto a nosotros iba cantando el río
todo lo que callábamos bajo la noche clara.

El amor, que embellece todas las cosas bellas,
sobrevive a las culpas, no a los reproches;
y yo seré en tu vida como son las estrellas,
que durarán brillando lo que duren las noches...

Y amaré en tu sonrisa todo lo que tú amas,
para que tus recuerdos se unan a mis olvidos,
al igual que esos árboles que enlazaron sus ramas,
y que unidos florecen hasta morir juntos.
Es dulce ir en la noche con tu sueño y mi sueño
y sentir que mí mano te besa si te toca;
y es grande esta ternura de sentirse pequeño,
cuando el sueño termina donde empieza tu boca.

Y ver crecer la noche temblorosa de frío,
en esta sofocante plenitud del verano,
oyendo el melancólico monólogo del río
que dice dulcemente lo que callas en vano.

Y luego estar contento y a la vez triste,
viendo pasar el agua sin que nunca este ausente,
mujer que estas conmigo después que ya te fuiste,
pues te vas y te quedas, igual que la corriente.
había tomado como un beduino
conservaba no obstante el acento en la esdrújula
y su voz era como un desierto infinito
donde los animales más extraños se amaban
sus manos ascendían brevemente
a subrayar el gesto de amor de una esmerángula
o la danza nupcial de los promecos
el beduino se alzaba de sí mismo
y sacaba del fondo de su voz bellos casos
de amor entre las bestias un gran ejemplo jemplo
como un caramineco que a su caramineca
prometió serle fiel y lo fue por kilómetros
hasta que castigado por la sed del desierto
y el hambre rechazó pan y agua de la otra
y murió musitando "caramineca mía"
y ella enterada del fin del caramineco
desesperada loca de amor y de distancia
besó el retrato de él y se cortó las venas
y aún otros casos hubo en la voz del beduino
nosotros escuchábamos debajo de la tienda
tan sólo interrumpidos por piafar de caballos
y estrépitos de estrellas cayendo sobre el mundo
y un viento malhadado nos llenaba los ojos
de arenas como viejos olvidos
nunca disueltos siempre quedando un poco
al fondo de botellas nacidas ya después
de todo pero sabias ah las conocedoras
abrigadoras guardan tu boca como alcol
y el beduino tenía los ojos amarillos
como el pañuelo verde que te compré una tarde
sus ojos saludaban adiós todas las cosas
dicen adiós de un tiempo a esta parte ¿notaste?
los relojes el puerto los bodegones vos
De la violenta madrugada
un hombre entra a su casa y el olor de sus hijos
le golpea la cara, los olvidos, la furia,
ahora cierra la puerta con doble llave
y se saca la gente, la ropa con cuidado,
apaga los gritos de la camisa
o los ojos del camarada que brillan en la cárcel
y oye cómo se mueve la ternura en la pieza,
bajo su ramas dormirá todavía una noche,
bajo su ramas yacerá cuando caiga.
A pesar de psicólogos /
detectives / novelistas ingleses /
los asesinos en su mayoría
no vuelven al lugar del crimen
huyen por lo común despavoridos
en búsqueda de indultos
olvidos y fronteras
y cuando al fin suponen
que se encuentran a salvo
y consiguen un lecho
con mujer o sin ella
cierran los ojos sobre su fatiga
y penetran incautos en el sueño refugio

la sorpresa es que allí nunca hubo indultos
ni dispensas ni olvido ni fronteras
y de pronto se hallan
con que el lugar del crimen
los espera implacable
en el vedado de sus pesadillas
Leydis Jun 2017
Que cínico eres,
hoy me quieres imputar todo cargo sin razón,
porque esto a lo que tu le llamas relación,
hoy le di por terminado.

Que insolencia la tuya,
de querer exculpar tu falta,
tu ausencia en mis piernas,
una mirada compasiva,
una conquista con tu sonrisa,
una llamada al medio día,
solo para decirme…¡Te amo negra mía!

Que descarado eres,
al pensar que esta travesía que ha sido
nuestra relación no tenía fecha de vencimiento.
Que me rompió con tu silencio.
Entre olvidos y reclamos he vivido siete años;
que si soy muy dura,
que si soy muy fuerte,
que si fuese más dócil,
tu harías el intento de quererme siempre.
Que si estoy muy gorda,
que si jodona,
que si ya ni mi sazón se te antoja.

Y en eso años
me fui desgastando,
Y poco a poco desilusionando,
Y ese amor que me enternecía y por el cual luche tanto se fue desboronando,
cuando entendí tu irrisoria y cobarde manera de amar....
rompiéndome a mí las alas--para tu volar.

Así, que de esto no se hable más!

Ahí te dejo mis extras libras y mi irreverente forma de amar.

El sazón me lo llevo.......
hay alguien lo quiere probar!

LeydisProse
12/16
Joa Perg Sep 16
de un canto, llanto y corazón en mano
nacen armas que disparan,
masacran
y sanan nada

abren heridas para que convulsione,
sufra
y redoble olvidos
es una deidad que le llaman destino

"a eso se le llama sobrepensarme"
define incoherente un don nadie
tan sabio,
tan fanático yo de él

aún más cuando se trata de adolecer
de matar, de matarme
de mirar, de mirarte
enamorado, inconsciente responsabilizarte

de existir,
de algo que por ahí ya no sentís,
murió en primavera,
no creo que resucite en abril.

— The End —