Submit your work, meet writers and drop the ads. Become a member
Mi perro ha muerto.

Lo enterré en el jardín
junto a una vieja máquina oxidada.

Allí, no más abajo,
ni más arriba,
se juntará conmigo alguna vez.
Ahora él ya se fue con su pelaje,
su mala educación, su nariz iría.
Y yo, materialista que no cree
en el celeste cielo prometido
para ningún humano,
para este perro o para todo perro
creo en el cielo, sí, creo en un cielo
donde yo no entraré, pero él me espera
ondulando su cola de abanico
para que yo al llegar tenga amistades.

Ay no diré la tristeza en la tierra
de no tenerlo más por compañero,
que para mí jamás fue un servidor.

Tuvo hacia mí la amistad de un erizo
que conservaba su soberanía,
la amistad de una estrella independienre
sin más intimidad que la precisa,
sin exageraciones:
no se trepaba sobre mi vestuario
llenándome de pelos o de sarna,
no se frotaba contra mi rodilla
como otros perros obsesos sexuales.
No, mi perro me miraba
dándome la atención que necesito,
la atención necesaria
para hacer comprender a un vanidoso
que siendo perro él,
con esos ojos, más puros que los míos,
perdía el tiempo, pero me miraba
con la mirada que me reservó
toda su dulce, su peluda vida,
su silenciosa vida,
cerca de mí, sin molestarme nunca,
y sin pedirme nada.

Ay cuántas veces quise tener cola
andando junto a él por las orillas
del mar, en el invierno de Isla Negra,
en la gran soledad: arriba el aire
traspasado de pájaros glaciales,
y mi perro brincando, hirsuto, lleno
de voltaje marino en movimiento:
mi perro vagabundo y olfatorio
enarbolando su cola dorada
frente a frente al Océano y su espuma.

Alegre, alegre, alegre
como los perros saben ser felices,
sin nada más, con el absolutismo
de la naturaleza descarada.

No hay adiós a mi perro que se ha muerco.
Y no hay ni hubo mentira entre nosotros.

Ya se fue y lo enterré, y eso era todo.
Cuando ya nada se espera personalmente exaltante,
mas se palpita y se sigue más acá de la conciencia,
fieramente existiendo, ciegamente afirmado,
como un pulso que golpea las tinieblas,cuando se miran de frente
los vertiginosos ojos claros de la muerte,
se dicen las verdades:
las bárbaras, terribles, amorosas crueldades.Se dicen los poemas
que ensanchan los pulmones de cuantos, asfixiados,
piden ser, piden ritmo,
piden ley para aquello que sienten excesivo.Con la velocidad del instinto,
con el rayo del prodigio,
como mágica evidencia, lo real se nos convierte
en lo idéntico a sí mismo.Poesía para el pobre, poesía necesaria
como el pan de cada día,
como el aire que exigimos trece veces por minuto,
para ser y en tanto somos dar un sí que glorifica.Porque vivimos a golpes, porque apenas si nos dejan
decir que somos quien somos,
nuestros cantares no pueden ser sin pecado un adorno.
Estamos tocando el fondo.Maldigo la poesía concebida como un lujo
cultural por los neutrales
que, lavándose las manos, se desentienden y evaden.
Maldigo la poesía de quien no toma partido hasta mancharse.Hago mías las faltas.  Siento en mí a cuantos sufren
y canto respirando.
Canto, y canto, y cantando más allá de mis penas
personales, me ensancho.Quisiera daros vida, provocar nuevos actos,
y calculo por eso con técnica qué puedo.
Me siento un ingeniero del verso y un obrero
que trabaja con otros a España en sus aceros.Tal es mi poesía: poesía-herramienta
a la vez que latido de lo unánime y ciego.
Tal es, arma cargada de futuro expansivo
con que te apunto al pecho.No es una poesía gota a gota pensada.
No es un bello producto. No es un fruto perfecto.
Es algo como el aire que todos respiramos
y es el canto que espacia cuanto dentro llevamos.Son palabras que todos repetimos sintiendo
como nuestras, y vuelan. Son más que lo mentado.
Son lo más necesario: lo que no tiene nombre.
Son gritos en el cielo, y en la tierra son actos.
La vida es tan sencilla que se explica por sí misma,
se basta a sí misma.
¡Mira! Todo está hecho. Todo está ya dado.
Nos basta aceptar
o quizá -somos humanos- alabar
y cantar
a lo que nos maquina sin dejarse pensar.
Todo está aquí. ¿No lo ves?
No hay razón ni más allá.
¡Somos felices! Vivimos los instantes explosivos
de alegría o de dolor, de rabia o de amor,
y si no
es que estamos distraídos, aburridos.
No hay nada que esperar. No hay nada que temer.
También la muerte
llegará cuando nos sea fielmente necesaria
y la recibiremos con verdadera ansia.
Desde que nacimos
nos estamos preparando para que nos consuma.
Una clara conciencia de lo que ha perdido,
es lo que le consuela. Se levanta
cada mañana a fallecer, discurre por estancias
en donde sórdamente duele el tiempo
que se detuvo, la herida mal cerrada.
Dura en ningún lugar este otro mundo,
y vuelve por la noche en las paradas
del sueño fatigoso... Reino suyo
dorado, cuántas veces
por él pregunta en la mitad del día,
con el temor de olvidar algo!
Las horas, largo viaje desabrido.
La historia es un instante preferido,
un tesoro en imágenes, que él guarda
para su necesaria consulta con la muerte.
Y el final de la historia es esta pausa.
Jesus 3d
Si es fundamental para
la reflexión, la meditación
y despejar el pensamiento,
lejos de las influencias
del exterior.

Indispensable para el diálogo
interno y el encuentro
con el silencio...

elementos esenciales para
alcanzar la paz interior.


Confidente,
necesaria y vital,
por ser el hilo conductor
hacia la propia
esencia y ser,
del mundo interior.

Más allá del yo, el estatus
social y el rol,
donde se revela una interacción
clara, evidente y constante
con un todo universal.

Pues si todo lo que existe
está en relación con el universo
al que pertenece; el ser
humano también.

Al margen de las limitaciones
sociales o superficiales,
la soledad, nos ofrece un
vínculo más profundo
y espiritual con el
universo al que pertenecemos,
y es la clave para el autoanálisis y reflexión.


En este contexto, la soledad,
al igual que la buena
compañía, cuando es guiada
por un
razonamiento libre de
toxicidad, ya sea propia
o absorbida del exterior.

En ausencia de aquello
que distorsiona el interior
y nubla la luz
de la propia vitalidad:


Se convierte en una
forma transformadora
y esencial.


¿La soledad:
aliada o rival?


"Algunas personas ven en la
soledad un desierto árido
y desolador, otras, al contrario,
la perciben como un bosque
lleno de vida y oportunidades".

Y así, es como la vivo yo.
Celoso estoy, celoso. Para el campo te has ido,
y solo estoy ahora, muy solo, y aburrido.
Sé que parientes tuyos te están acompañando,
¡Y cuán desagradables siempre me han parecido!
Mas me siento celoso, muy celoso, pensando
Que te encuentras muy lejos, precisamente cuando
La primavera, hermosa como nunca, ha venido.

Todo este azul -conozco cómo son las mujeres-
Te obligará -lo niegas-? a olvidar que me quieres,
Y yo aquí, mientras tanto, pienso en ti cada instante,
Y nervioso, sin calma,
A todas horas siento como deshecha el alma,
Que solloza de tedio, pero en su amor, constante;
Y como por ti sólo mi corazón alienta,
Ve tu adorada imagen siempre de mí delante...
¡Mientras que tú en el campo vivirás muy contenta!
Y yo, siempre celoso...

Aquí en París el tiempo muy suave está y hermoso
y adorable. Y rabiando, viéndome solo, vivo:
y estas líneas te escribo,
A ti, que ves tus días sin afán ni congojas
Allá donde hay rumores de fuentes y de hojas.
Llevarás gran sombrero de paja, con glicinas,
Que pondrá en tus mejillas, el sol trasparentando,

Vivos ruedos cambiantes en horas matutinas;
y mientras pasa el tiempo más me irás olvidando,
y mientras más me olvidas... ¡yo más en ti pensando!

Bella estarás, dichosa.
¡Cómo la primavera verás en torno hermosa!
Yo de cólera lloro...
Todo un mes ha llovido;
Y de mí te alejaron cuando más necesaria
me eras tú, cual consuelo de mi ánimo abatido
En la vida que llevo... ¡vida tan solitaria!
Jamás te había amado como en este momento;
¡y cómo me exaspera
este aire suave y tibio, soplo de primavera,
Que con vagos aromas va entrando a mi aposento!
¿Te dije que te amaba?..
ya amor por ti no siento,
y como sufro mucho, sábelo bien, quisiera
que esta amargura mía tu corazón sufriera.
Comprendo que mal hago, que esto es mal pensamiento,
pero, dime, ¿qué quieres en mi vida de llanto,
si tanta falta me haces... y si te quiero tanto?...
Quisiera que me echaras
de menos, hasta el punto que este abril detestaras,
y hasta quisiera, en medio de mis penas sombrías
y mi horrible tristeza,
Que en estos solitarios e interminables días
Te estuvieras quejando de dolor de cabeza.
Dejé huellas en una pared a la que quizás nunca volveré.
Abuelitos se aseguraron de dejarme cada palabra necesaria para sobrevivir sin ellos.
Al principio no procesé que cada abrazo y regalo era un presagio del futuro.
¿Como podría olvidarlo?
Adormeciendo su existencia durante años;
caminando por un camino que estaba lejos del de ellos.
Mientras escribo, uno se detiene y uno continúa.
No sabía que cada palabra era un enigma, de lo contrario habría hecho más preguntas.
Pasos, uno se detiene y uno continúa.
Los dejo ir todos los días para seguir entendiendo los pasos.
LittleWordss Aug 2019
Crece, pequeñito cerezo teñido de blanco, alcanza La Luz, búscala, aunque esté muy lejos te iluminara de Alegría, no tapes a los demás para que no lleguen te caerás. No la arrebates de los demás te pudrirás. Crece alcánzala sin dejar nada atrás los necesitarás, ve acompañando con lo que siempre estuvieron junto a ti aunque no siempre haya sido así, los extrañarás. Crece junto a los demás  aunque en realidad estoy solito, sin color, ni esencia, tampoco Alegría o motivo del estar alegre, “estar vivo es una” si pero no es la alegría que busco, busco una alegría acompañada, una que pueda compartir solo un una persona no con todas. Aunque me nieguen y desaparezcan muchas sensaciones en el recorrido de mi vida, no me puedo quejar, hay muchas cosas que tengo que para otros no existentes, pero entre la existencia total desconocen que es ser amado o al menos que alguien piense en ti o le importes. Solo este cerezo a estado, seco, firme ante la tierra, pero olvidada, solo quiere que alguien se acuerde de él, aunque se interpongan eventos más importantes que sepan de su más nula existencia. Aunque luche por seguir adelante y haber dado todo en todos sus retos, aunque diga que no es necesaria, un reconocimiento pequeño le haría muy feliz. No se quiere sentir apartado, aunque lo esté.
Un día una florecita bebé salió, desde hace años no le crecía una, se encariñó de ella y ante toda circunstancia la protegía y la alimentó de buenas cosas, cosas que se han perdido con los años, cosas que ya nadie aprecia y ve en ella un destello de humildad y pureza. Se alegra de ver algo así en años, y lo único que quiere es que crezca fuerte y hermosa, segura y sin temor a cosas nuevas, que sea el color rosa más tierno, hermoso y tenue que allá. No la quiere perder y espera que algún día ella pueda enseñarle cosas hermosas y como vivir en paz y que algún día ella pueda teñirle de rosa y darle color a su vida, como el cerezo crío de ella.
Jorge Rangel Dec 2019
He tratado!
Y fracaso a diario.
Cambiar encuentro difícil.
Me evita la gracia necesaria.
He tratado!
Y fracaso a diario.
Persistente sigo intentando.
Tu amor lo mérita.
He tratado!
Y fracaso a diario.
Sufriendo!
en cada fallido.
Perder tu amor.
Morir de muerte en flor toda la vida,
en este sueño vertical, en este
fugaz contacto azul con lo celeste,
en esta vieja sed recién nacida...

Y volver luego con el alma erguida,
a la vez Norte y Sur, Este y Oeste,
de la propia emoción, ya en ansia agreste.
En inquietud sutil o en paz pulida.

Y resurgir de cada muerte diaria
más dueño de la vida, al ser más dueño
de esta muerte parcial y necesaria.

Y con esa cordial melancolía
de los pocos que saben cada día
morir y renacer dentro de un sueño.
Jesus Aug 13
Ante las redes sociales,
los programas basura,
y el entretenimiento
vacío y tóxico.

Ante las imposiciones,
los deberes sin sentido,
y la falta de información.

Ante las prisas,
las incongruencias
generalizadas,
y la falta de humanidad.

En todas las dimensiones:
la fusión perfecta,
despertar y encuentro,
dos en uno,
en un mismo latir.


No por obra de lo divino,
caído del cielo,
ni hallado por el camino.

Barco, motor y vela,
con la profundidad
necesaria:
capitán de su alma
ha de ser…

Solo quien se enfrente,
quien luche,
quien nunca ceda
ante la corriente.

Pero, sobre todo,
quien en sí mismo
profundice y clarifique
lo que realmente quiere ser.

¡Capitán de su alma!
Ante todo el universo
y toda la eternidad...

un día sí
y otro también.
Jesus 7d
En una conexión latente y
universal, donde nuestra esencia
se funde con el universo al
que siempre hemos pertenecido.


Si para el encuentro con
uno mismo es necesaria
la lucha interna del "yo", y para
alcanzar la paz interior...
P
es imprescindible superar
al propio "yo".

Abrazando sin tapujos ni barreras
al "Soy" y todo lo que queda
por aprender, liberándose así...

de las cadenas y limitaciones
del que uno fue.

Para la luz necesaria que
ilumina la mente hacia la
compresión, hacia el umbral
de lo más profundo de la
propia esencia, en relación con
un todo universal, vital y activo...

en su propia fase de
transformación y evolución.

Es necesaria la evolución
del propio "Soy", liberando de
barreras, niebla o impurezas,
tanto la mente como el interior...

más allá del "yo".
Jesus Aug 27
Desde este lugar,
entorno y paraíso,
maestro, dime:
¿qué es la luz?

Todo lo que no sabes
y aún puedes alcanzar.

¿Y qué es todo aquello
que no sé y aún
puedo alcanzar?

La luz necesaria
para ir a por más.

Maestro,
¿cuál es la luz necesaria
para seguir avanzando?

Aún no lo sé.
Y cuando lo sepa,
menos sabrás.

Por eso, como la llama
que nunca se apaga,
en un viaje sin
destino fijo,
donde todo fluye
sobre la marcha.

Firme,
autodidacta,
eternamente constante
y por siempre mejorable.

Más allá de las
barreras del yo,
del estatus social y
del rol,
fiel y exigente
conmigo mismo.

En un mundo de
incongruencias,
montañas rusas,
golpes por ley de vida,
y aceptación para seguir...

Pero también lleno de
posibilidades,
de misterios, preguntas
y respuestas,
de caminos y senderos de luz,
avanzo, paso a paso,
por la senda que
yo mismo trazo:

¡Autodidacta,
eterno aprendiz,
alumno y maestro a la vez!

Camino como una hormiga
dentro de un laberinto
en busca de azúcar,
frente a un ancho y vasto mar.

Y sin pausa,
con ganas...
sin descanso:

¡Poco a poco
sigo avanzando!

Desde este lugar,
entorno y paraíso,
sin tapujos ni barreras:
¡al universo proclamo!

Que, sin ningún género
de dudas, cuando haya
de deshacerme
de este cuerpo perecedero,
para continuar con el viaje
—haya sido o no esto marcado—,
continuaré siendo lo que sea...

Justamente desde el
mismo lugar
donde lo dejé:

Sin saber
absolutamente nada,
salvo que, por el motivo
que sea:

¡Ha de ser así!

¿Y tú, cómo lo ves?
Jesus Aug 14
Reconocer lo que
realmente se necesita,
tener lo suficiente
para alcanzarlo,
y la salud necesaria
para disfrutarlo...

Es un auténtico tesoro,
un verdadero lujo,
y el mayor de los milagros.


Tenerlo todo,
sin saber qué
es lo que realmente
se necesita,
es no comprender
el principio fundamental
de la existencia...

Alimentando
una carencia perpetua,
una necesidad sin sentido.

Por eso,
quien reconoce
lo que verdaderamente
es un tesoro,
va sobrado de todo
lo demás, caminando
con abundancia interior.


Y con la estabilidad
de quien habita
una existencia material en paz...


por haber reconocido
que viento interior
mueve sus propias hojas.

¿O acaso no?
Jesus Sep 13
Desde que escaparon
del nido,
no han dejado de remar.

Mientras avanzan,
descubren que, cuantas
más escaleras suben,
divisan infinitas más.

Y eso
les exige mucho más:

Más allá del nido.

Lejos de la zona de confort,
del estancamiento personal
y de la apatía.

Más allá de la rutina
impuesta del “hasta aquí
hemos llegado y ya”.

Siguiendo la corriente de la esencia,
donde florece el equilibrio:
lo físico, lo racional,
lo espiritual y lo emocional...

Como el agua del río
que busca el mar.

La siembra de
la transformación,
la consciencia plena
más allá del yo.

La presencia activa,
el despertar,
en conexión con el
todo universal.

Es un sendero sin fin,
donde el ayer se disuelve
en un presente eterno...

que solo suma
cuando se es
capaz de profundizar,
de remar.

A mayor espiritualidad
y mayor claridad mental,
más es el arte de sumar.

No en aguas mansas,
sino en altamar,
donde se vislumbra
un horizonte
por conquistar.

Sin soltar los remos,
hacia adelante
y nada más.

Una transformación
inevitable
y necesaria,
que hace del vivir
un auténtico arte.

Y ese arte, el mayor
de los aprendizajes.

Un proceso de evolución
genuino y singular.

¿Entonces...?

Más allá de las
fronteras del yo,
del estatus social
y del rol,
surge una pregunta:

¿Y ahora qué?

¿Qué otra cosa mejor, sino…?

¡Qué más de lo mismo,
como el agua del río
en busca del mar!

Más claridad,
más profundidad,
más montañas
por escalar.

Desde que escaparon
del nido,
no han dejado de remar.

Y, mientras lo hacen,
cada día que pasa
saben menos...

¡Y eso les exige
mucho más!
Jesus Aug 15
Porque nada es lo
mismo sin el conocimiento
que da sentido
a lo que nos rodea.

Nada permanece en su esencia
cuando ha sido impuesto,
o cuando deseamos
que sea distinto
de lo que realmente es.

Como tampoco lo es,
sin la claridad mental
necesaria para
permitirnos experimentar
la realidad
de manera auténtica.

Solo así:
a cada cosa, lo suyo,
y a cada instante, su verdad...

Actuando en consecuencia.
Jesus Sep 25
Sabiendo lo que sabemos,
la realidad se nos escapa.
Permanecemos dormidos,
desconectados de un todo
universal, desconocido
e inexorable.

Entre la muerte,
ese ineludible fin o medio,
y, a la vez,
el descanso eterno,
la liberación terrenal.

La ignorancia negativa,
ese creer saber,
que, al no entender
la profundidad
de las cosas, eleva el ego...

y distorsiona la realidad:
la falsa felicidad.

Y la sabiduría,
que inevitablemente
desemboca en un no
saber profundo,
una insatisfacción eterna
por el deseo de comprender
lo inalcanzable.

Entre esas fuerzas,
¿cuál sería la mayor
de las condenas existenciales?

Para mí, sin duda,
la ignorancia positiva.
No aquella disfrazada de falsa felicidad,
sino esa verdad que se nos escapa
y transforma lo incierto
en el motor del cambio.

Es la mayor condena
y, a la vez, la mayor virtud.

La sabiduría,
por su parte,
es el principio oculto
que impulsa la existencia:
el agua necesaria
que hace del río
lo que es,
en su camino incesante
hacia el mar.

En esa paradoja,
en el delicado equilibrio
entre la ignorancia positiva
y la sabiduría, encontramos
el verdadero sentido de nuestra evolución:
la senda hacia la lucidez,
la profundidad,
el deseo constante
de saber más.

Y por ello,
como el agua del río:

Nos acercamos al mar.
Jesus 1d
Porque nada es lo mismo
sin el conocimiento  
que da sentido a lo que nos rodea.

Nada permanece en su esencia  
cuando ha sido impuesto,  
o cuando deseamos  
que sea distinto  
de lo que realmente es.

Como tampoco lo es,  
sin la claridad mental
necesaria, para
permitirnos experimentar
la realidad  
de manera auténtica.

Solo así: a cada cosa,
lo suyo,  
y a cada instante,
su verdad.  
Actuando en consecuencia.

Y así, ante los prejuicios,  
lo que se puede llegar
a sentir sin darse cuenta,  
o lo que la sociedad impone.

Como lámpara y brújula,  
que van guiando el camino
sobre el mapa  
de las cosas de la vida.

Como luz que ilumina
tiempos oscuros,  
decaimientos o caídas.

Porque nada es lo mismo
sin el conocimiento  
que da sentido a lo
que nos rodea.

Pienso, digo y hago
en consecuencia. Por eso:

Reconocer lo importante,  
agradecer lo que se tiene,  
pensar lo que se dice,  
distinguir lo que se siente,  
escuchar a quien habla,  
y habla de lo que se sabe.

Sin duda, se han convertido
en un libro abierto:  
el mapa y la brújula,  
donde cada página se va
escribiendo día a día...

Señalando con certeza
una opción inteligente:

¡Para afrontar y vivir la vida!
Muy buenas, aqui os dejo este texto. Que cada cual, según sus circunstancias, lo vea, lo sienta y si quiere...lo viva, y de ese encuentro saque su propia conclusión."
Jesus 3d
Con la mente y el alma
de un niño de doce años,
gracias a la curiosidad intacta,
que aún late en él.

La de un hombre maduro
de cuarenta,
por la experiencia adquirida
con el paso de los años...

marcada por los desafíos que
le enseñaron los dones de
la paciencia,
la perseverancia y la
aceptación.


Y la de un anciano de ochenta,
sin la necesidad de tener
esa edad, por la paz
merecida y ganada,
tras haber cumplido con sus
deberes y responsabilidades:

por haber sido y ser el
mejor apoyo de sí mismo,
artífice de sus éxitos...

fiel y leal con sus
amigos y protector
de sus afectos.


Con el arte del saber
revitalizado y actualizado,
ante el universo del
entendimiento.

Donde siempre es más
lo desconocido que todos
los haces de luz posibles
por llegar...

ante el vasto
vacío de la ignorancia.

Y el tesoro del tiempo,
tan efímero como importante.

Firme, autodidacta e
independiente,
impulsado por la curiosidad
agrandada del niño
que lleva dentro.


Anda con su mochila
de siempre, cargada con savia
nueva y renovada...

manteniéndose activo
y consciente, siempre
en busca de más.

Y aunque sabe que,
por mucha que sea su
insistencia y tenacidad,
ante la inmensidad y lo
grandioso del
universo a explorar...

no alcanzará los confines
de lo que aún pueda formarse.

Ya que cuanto más hondo
es el asunto, otras mil
preguntas más.

Ante las complejas raíces que
se ciernen sobre él, y
entresijos que deben ser
resueltos y  deshechos
hilo a hilo...

en un proceso interminable.

Aún así,
al igual que la raíz del
árbol, que se extiende
en busca del agua necesaria
para ser y estar:

él sigue firme en lo suyo,
buscando más claridad
y profundidad.

Gracias a la absoluta creencia
en lo que hace, su espíritu
curioso, tesón y ganas
de siempre saber más...

ni se conforma ni deja de hilar.

Pues al llegar a cierto
punto de la senda recorrida,
¿qué otra cosa mejor,
que la de
centrarse en la profundidad del
entendimiento, la intuición
y la razón?

De lo contrario, el tiempo,
impulsado por su
acomodación...

se convertirá en el
confidente silencioso,
de la ausencia de su
crecimiento.

Y como un insecto atrapado
en su propia tela de araña...

solo de conformismo y
estancamiento personal
su mochila podrá llenar.

Y no de la oportunidad
de seguir explorándose
a sí mismo,
y al grandioso universo al
que pertenece,
para de esa manera...

seguir evolucionando:
¡ por el arte
del vivir!

— The End —