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Mientras comían juntos y distantes y tensos
ella muy lentamente y él como ensimismado
hablaban con medida y doble parsimonia
de temas importantes y de algunos quebrantos

entonces como siempre o como casi siempre
el desvelo social condujo a la cultura
así que por la noche se fueron al teatro
sin tocarse un ojal ni siquiera una uña

su sonrisa       la de ella
era como una oferta un anuncio un esbozo
su mirada       la de él
iba tomando nota de cómo eran sus ojos

y como a la salida soplaba un aire frío
y unos dedos muy blancos indefensos y tristes
apenas asomaban por las sandalias de ella
no hubo más remedio que entrar en un boliche

y ya que el camarero se demoraba tanto
llegaron cautelosos hasta la confidencia
extra seca y sin hielo por favor       y fumaron
y entre el humo el amor era un rostro en la niebla

en sus labios       los de él
el silencio era espera la noticia era el frío
en su casa       la de ella
halló café instantáneo y confianza y cobijo

una hora tan sólo de memoria y sondeos
hasta que sobrevino un silencio a dos voces
como cualquiera sabe en tales circunstancias
es arduo decir algo que realmente no sobre

él probó       sólo falta que me quede a dormir
y ella también probó       y por qué no te quedas
y él sin mirarla       no me lo digas dos veces
y ella en voz baja       bueno y por qué no te quedas

y sus labios       los de él
se quedaron gustosos a besar sin usura
sus pies fríos       los de ella
que eran sólo el comienzo de la noche desnuda

fueron investigando deshojando nombrando
proponiéndose metas       preguntando a los cuerpos
mientras la madrugada y los temas candentes
conciliaban el sueño que no durmieron ellos

quién hubiera previsto aquella tarde
que el amor ese célebre informal
se dedicara a ellos tan formales
En el principio de los tiempos
Dinosaurios reinaban dispersos
En cada espacio y sobre toda especie

Dominaban
                       Depredeaban

A su paso, cada ecosistema de su reino
Y en ámbito de caza
El humano no igualaba su raza

Cuál alimento y sin aliento
Perecia el hombre hambriento
Sin un dios que lo acogiera
Y condenado  a la extincion
Sus rezos y plegarias
Fueron escuchadas
Por dioses inmaculados
Que arribaron en consuelo
En grandes naves
Cuál si fueran aves

De esperanza y alegría
El hombre viví día a dia
Mas con desconsuelo y temor
Aprendió a ser esclavo
Y con el progreso de los a;os
Perecia sin entender el da;o
Pues su cuerpo débil y cansado
No era apto para ser tan demandado
Por sus dioses alados

Mas sin embargo con desden
Manipularon un edén
Investidos de poder enga;aron al simio
Y le hicieron creer que era el único ser
Y le insertaron un gen que reptil lo hizo ser
Con nuevos dotes y castigado
Al mundo hostil lo desterraron
Sin antes humanizar lo
Para poder coronarlo
Y como dote por servil
Una compa;era a su imagen y semejanza
Le impusieron para un fin

Poblar un mundo, ajeno a el
Y sobre toda especie que lo habita gobernar
Pues como reptil y simio condenado
A una lucha eterna como esclavo
Vivirá y morirá siendo alimento
De sus dioses alados
Que gustosos vigilan su creación
Ocultos en el cielo en ovnis plateados
Por los siglos de los siglos amen.
El poema pertenece a la obra de mismo autor llamada el gen reptil la cual es una saga de tres libros y un poemario, dicho poema pertenece al poemario HOMOREPTILIHUM.

— The End —