Tus besos fueron mi ley de gravedad:
una fuerza invisible que me ataba a ti,
pero el tiempo se estiraba en tu ausencia
como luz en el borde de un agujero *****.
Dijiste "todo es relativo"...
y así fue:
mis minutos sin ti pesaban siglos,
mientras tus horas junto a otro
volaban como fotones.
Quizás en otro sistema de referencia,
en un universo paralelo de cuerpos quietos,
yo era tu centro
y tú mi estrella fija.
Pero aquí solo queda
la ecuación rota de nosotros:
materia sin energía,
amor sin tiempo,
espacio que se expande
*hacia ninguna parte.
Todo es relativo quizás