Submit your work, meet writers and drop the ads. Become a member
Bajo el encanto sombrío
De la tarde de tormenta
Hay trazos de luz violenta
En la amatista del río.
Y siento la tentación
De hundir mi cuerpo en la oscura
Agua quieta que fulgura
Bajo el cielo de crespón.

Intensa coquetería
Del contraste con la onda
Que hará mi carne más blonda
Entre su gasa sombría.
Rara y divina toalé
Que en la penumbra amatista
Dará una gracia imprevista
A mi cuerpo rosa-té.

Ninguna tela más bella
En su pliegue ha de envolverme.
¡Nunca tornarás a verme
Con tal blancura de estrella!
Jamás caprichoso azar
Ha dado, a ninguna amante,
Un lecho más fulgurante
Bajo el amado mirar.

Deja que el río me vista
Con sus largos pliegues lilas,
Y guarda en tus dos pupilas,
Junto al fondo de amatista,
      La visión loca y suprema
      De mi cuerpo embellecido
      Por el oscuro vestido
      Y la sombría diadema.
Claudia Aug 19
rosadas lágrimas llorás
tinta del marrón pavimento
históricas huellas borrás
destrozás nuestro memento

aquel de luchas, silencios, partidas
en tal corrupta y granizada vereda
al no gozar mi patria de otra salida
la visión colectiva seda

seis millones de cabezas miran arriba
tus copas despilfarran un vino traidor
borrachos, no miran debajo
¿cuántos cuerpos oculta tu color?

cubrí, árbol de inocencia, a mi cementerio
donde nací y crecí bajo misterio
pues no hay dicha en recordar
la historia del país sin mar

que tapen tus pétalos las páginas
y tus hojas las lápidas;
olvidados de un Estado embellecido
por tus encantos cuántos han sufrido

— The End —