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Yo, José Hierro, un hombre
como hay muchos, tendido
esta tarde en mi cama,
volví a soñar.

                (Los niños,
en la calle, corrían).
Mi madre me dio el hilo
y la aguja, diciéndome:
«Enhébramela, hijo;
veo poco».

                Tenía
fiebre. Pensé: -Si un grito
me ensordeciera, un rayo
me cegara… (Los niños
cantaban). Lentamente
me fue invadiendo un frío
sentimiento, una súbita
desgana de estar vivo.

Yo, José Hierro, un hombre
que se da por vencido
sin luchar. (A la espalda
llevaba un cesto, henchido
de los más prodigiosos
secretos. Y cumplido,
el futuro, aguardándome
como a la hoz el trigo).
Mudo, esta tarde, oyendo
caer la lluvia, he visto
desvanecerse todo,
quedar todo vacío.
Una desgana súbita
de vivir. («Toma, hijo,
enhébrame la aguja»,
dice mi madre).

                    Amigos:
yo estaba muerto. Estaba
en mi cama, tendido.
Se está muerto aunque lata
el corazón, amigos.

Y se abre la ventana
y yo, sin cuerpo (vivo
y sin cuerpo, o difunto
y con vida), hundido
en el azul. (O acaso
sea el azul, hundido
en mi carne, en mi muerte
llena de vida, amigos:
materia universal,
carne y azul sonando
con un mismo sonido).
Y en todo hay oro, y nada
duele ni pesa, amigos.

A hombros me llevan. Quién:
la primavera, el filo
del agua, el tiemblo verde
de un álamo, el suspiro
de alguien a quien yo nunca
había visto.

Y yo voy arrojando
ceniza, sombra, olvido.
Palabras polvorientas
que entristecen lo limpio:
                Funcionario,
                tintero,
                30 días vista,
                diferencial,
                racionamiento,
                factura,
                contribución,
                garantías…

Subo más alto. Aquí
todo es perfecto y rítmico.
Las escalas de plata
llevan de los sentidos
al silencio. El silencio
nos torna a los sentidos.
Ahora son las palabras
de diamante purísimo:
                Roca,
                águila,
                playa,
                palmera,
                manzana,
                caminante,
                verano,
                hoguera,
                cántico…

…cántico. Yo, tendido
en mi cama. Yo, un hombre
como hay muchos, vencido
esta tarde (¿esta tarde
solamente?), he vivido
mis sueños (esta tarde
solamente), tendido
en mi cama, despierto,
con los ojos hundidos
aún en las ascuas últimas,
en las espumas últimas
del sueño concluido.
No te quedes inmóvil
al borde del camino
no congeles el júbilo
no quieras con desgana
no te salves ahora
ni nunca
                no te salves
no te llenes de calma
no reserves del mundo
sólo un rincón tranquilo
no dejes caer los párpados
pesados como juicios
no te quedes sin labios
no te duermas sin sueño
no te pienses sin sangre
no te juzgues sin tiempo
pero si
            pese a todo
no puedes evitarlo
y congelas el júbilo
y quieres con desgana
y te salvas ahora
y te llenas de calma
y reservas del mundo
sólo un rincón tranquilo
y dejas caer los párpados
pesados como juicios
y te secas sin labios
y te duermes sin sueño
y te piensas sin sangre
y te juzgas sin tiempo
y te quedas inmóvil
al borde del camino
y te salvas
                    entonces
no te quedes conmigo.
Leydis Oct 2018
LÁGRIMAS
(Emprendiendo el vuelo)
Lágrimas de ausencia
enconando mi enervada naturaleza.
Espuelas que penetran los espacios
donde guardo la potencia
para perdurar con denuedo y paciencia.

Lágrimas de sangre brotando
desde el fondo de mi alma.
Lagrimas por todo lo que me negué
y al accederme una nueva aventura
mi ímpetu se esconde y desgana.

Lágrimas negras que mojan hoy la tierra.
Lágrimas de evolución, porque es lo que aplica.

Interrumpido vuelo de águila
por los indecisos vientos que
van acortando mi envergadura,
mis alas queriendo cotizar la altura
de aquel anhelado recorrido por los anchos cielos.

Feroces lagrimas que empinan otro vuelo,
fallidos intentos que nunca se rinden,
porque vasto es el cielo y pasajeras sus nubes.

Hay montañas que se derrocan con una gota de lluvia,
hay otras que se empeñan a pertenecer al panorama
de aquella vista de fortaleza y constancia.  

preparo mis alas y otro vuelo emprendo,
aunque estén heridas, aunque estén cansadas..,
aunque este leve la brisa, aunque no socorra,
revuelvo mis alas hasta alcanzar altura,
consigo el equilibrio con mi sabiduría.

Uso mi instinto para irrumpir otro vuelo,
aun estén los vientos soplando descontentos,
aun vuele con lágrimas, aunque vuele herida,
aunque a los nueve cielos no nunca visite.

Emprendo mi vuelo y en los altos me quedo,
pues mi vuelo nunca depende,
de cómo soplen los vientos.

LeydisProse
10/19/2018
https://m.facebook.com/LeydisProse//
Leydis Feb 2018
Muchos dicen que Dios la abandono,
pues no le concedió una belleza humillante,
una mirada agradable,
sus bigotes son como lagunas de espanto..
mas tiene ella un melao que tiene a los hombres pasmao!

A veces cuando pasa por el pueblo
la lindas se recogen y se echan a un lado
creyendo que su feura las podría contagiar.

Por dentro dicen todas;
¡"Dios Santo, que aparato más raro”!
y después se molestan cuando
ven a los muchachos de tras de ella corriendo,
porque así de fea, tiene a todos los hombres embelesao’,
todos quieren pretenderla y con ella comer helao'.

La bonita le tiene rabia, no entiende cuál es su *****,
le ha dicho a todos en el barrio, que La Fea, un trabajo de brujería
a los hombres del pueblo le ha echao’.

La fea sigue en su can, no le importa el qué dirán,
se ha tirao’ el galán más guapo de pueblo
y dicen que está loco, porque con la bonita no quiere na’.

Con la bruja del pueblo se ha ido a consulta’
pa’ que le de, lo que a la fea le ha de sobrar.
La bruja le ha contestao’ “yo aquí pa' ti no tengo na’”.
y si, la condena’ e' fea’ pero tiene el alma en pa’.

Le pregunto la bonita a la curandera;
¿Cómo puede él orgullosamente
andar caminando con una mujer tan fea?
¡Que era ella más fea que la Princesa de Qajair!
Porque ella se empeña en atenderlo y enseñarle que lo quiere,
¡y no se queda con lo que le puede da'!

Y salió la bonita muy desgana’
con el alma rota y sin su galán poder recobrar,
y hasta su espejo quiso tirar, porque se ha dado cuenta
“que la suerte de la fea la bonita la deseara”

LeydisProse
1/31/2018
https://m.facebook.com/LeydisProse/
La tarde muere envuelta en su tristeza.
Paisaje tierno para soñadoras
miradas de mujer, exploradoras
de su melancolía en la belleza.

Danae apoya en sus manos la cabeza.
El ambiente que el sol último dora
es una leve, dulce y turbadora
caricia que la oprime con pereza.

Un pajarillo gris, desde una vana
rama, canta a la tarde lenta y rosa.
Oro de sol entra por la ventana

y Danae, indiferente y ojerosa,
siente el alma transida de desgana
y se deja, pensando en otra cosa.
Jesus 3d
Cuando ni con guindillas
picantes metidas por el culo
encenderías las ganas.

Porque la desazón
y la desgana
se te plantan delante...

y no hay manera de echarlas.


Sea por un motivo real
o justificado,
o porque
ya te encargas
tú de inventarte uno,
para que lo haya.

Si, por las cosas de la vida,
lo que pasa
lo hace por y para algo,
que ese día, para ti,
lo sea también:

¡una experiencia
para el mañana!

Como cuando andas
cargado con la batería
de tantos iones positivos
y, pese a las circunstancias,
devoras tu tiempo
como si no hubiese un mañana.

Y lo quemas
más que una lumbre de carbón
en un frío amanecer de invierno,
sea el día que sea...

en el amanecer,
la tarde y noche,
o en la mañana.

Y, por las cosas de la vida,
ese día es para ti…

¡la mejor de las naranjas!
Dedicado a quién
por el motivo que sea,
como hoy ha sido mi caso,
tenga un mal día.

— The End —