Submit your work, meet writers and drop the ads. Become a member
Letícia Costa Jul 2013
Aquela toca, pernas longas e câmera
Você me faz me sentir como uma criança
Vivo tentando te dizer
Tento, tento, mas não sai nada de mim

Sinto raiva, depois fico derretida, e depois com raiva de novo
E tudo o que você saber falar é sobre alguns números
9, 25, 88, 97, 16...

Eu sou apenas uma adolescente volátil
Sou um panda abandonado
um panda pequeno

E agora você deve estar fotografando várias meninas de 23
uma com piercing no septo e outra com uma tatto da Marilyn
Se eu tivesse nascido em 95 tava tudo bem...
Siempre estás a mi lado y yo te lo agradezco.
Cuando la cólera me muerde, o cuando estoy triste
-untado con el bálsamo para la tristeza como para morirme-
apareces distante, intocable, junto a mí.
Me miras como a un niño y se me olvida todo
y ya sólo te quiero alegre, dolorosamente.
He pensado en la duración de Dios,
en la manteca y el azufre de la locura,
en todo lo que he podido mirar en mis breves días.
Tú eres como la leche del mundo.
Te conozco, estás siempre a mi lado más que yo mismo.
¿Qué puedo darte sino el cielo?
Recuerdo que los poetas han llamado a la luna con mil nombres
-medalla, ojos de Dios, globo de plata,
moneda de miel, mujer, gota de aire-
pero la luna está en el cielo y sólo es luna,
inagotable, milagrosa como tú.
Yo quiero llorar a veces furiosamente
porque no sé qué, por algo,
porque no es posible poseerte, poseer nada,
dejar de estar solo.
Con la alegría que da hacer un poema,
o con la ternura que en las manos de los abuelos tiembla,
te aproximas a mí y me construyes
en la balanza de tus ojos,
en la fórmula mágica de tus manos.
Un médico me ha dicho que tengo el corazón de gota
-alargado como una gota- y yo lo creo
porque me siento como una gruta
en que perpetuamente cae, se regenera y cae
perpetuamente.

Bendita entre todas las mujeres
tú, que no estorbas,
tú que estás a la mano como el bastón del ciego,
como el carro del paralítico.
Virgen aún para el que te posee,
desconocida siempre para el que te sabe,
¿qué puedo darte sino el infierno?
Desde el oleaje de tu pecho
En que naufraga lentamente mi rostro,
te miro a ti, hacia abajo, hasta la ***** de tus pies
en que principia el mundo.
Piel de mujer te has puesto,
Suavidad de mujer y húmedos órganos
en que penetro dulcemente, estatua derretida,
manos derrumbadas con que te toca la fiebre que soy
y el caos que soy te preserva.
Mi muerte flota sobre ambos
y tú me extraes de ella como el agua de un pozo,
agua para la sed de Dios que soy entonces,
agua para el incendio de Dios que alimento.

Cuando la hora vacía sobreviene
sabes pasar tus dedos como un ungüento,
posarlos en los ojos emplumados,
reír con la yema de tus dedos.
¿Qué puedo darte yo sino la tierra?
Sembrado en el estiércol de los días
miro crecer mi amor, como los árboles
a que nadie ha trepado y cuya sombra
seca la hierba, y da fiebre al hombre.

Imperfecta, mortal, hija de hombres,
verdadera,
te ursupo, ya lo sé diariamente,
y tu piedad me usa a todas horas
y me quieres a mí, y yo soy entonces,
como un hijo nuestro largamente deseado.

Quisiera hablar de ti a todas horas
en un congreso de sordos,
enseñar tu retrato a todos los ciegos que encuentre.
Quiero darte a nadie
para que vuelvas a mí sin haberte ido.

En los parques, en que hay pájaros y un sol en hojas por el suelo,
donde se quiere dulcemente a las solteronas que miran a los niños,
te deseo, te sueño.
¡Qué nostalgia de ti cuando no estás ausente!
(Te invito a comer uvas esta tarde
o a tomar café, si llueve,
y a estar juntos siempre, siempre, hasta la noche).
Mel Zalewsky May 27
Guardaste mis secretos:  
los poemas que arranqué del pecho  
y lancé hacia tu oscuridad.  

Esos versos torpes,  
hojas arrugadas por el llanto,  
pedazos de alma  
que terminaron en tu vientre de metal.  

Nadie supo que fuiste  
el horno donde quemé  
cartas de "siempre"
y sobres de "nunca más".  
Tus esquinas aún huelen  
a tinta derretida.  

Sepultaste las cenizas  
sin preguntar nombres.  
Ahora esos papeles  
—los que sobrevivieron al fuego—  
alumbran otras noches ajenas.  

¿Quién notaría que eres  
solo una papelera?  
Que en tu silencio  
hay más verdades  
que en todos los poemas
que aún no he publicado.  

Mel Zalewsky.
Ya la provincia toda
reconcentra a sus sanas hijas en las caducas
avenidas, y Rut y Rebeca proclaman
la novedad campestre de sus nucas.
Las pobres desterradas
de Morelia y Toluca, de Durango y San Luis,
aroman la Metrópoli como granos de anís.
La parvada maltrecha
de alondras, cae aquí con el esfuerzo
fragante de las gotas de un arbusto
batido por el cierzo.
Improvisan su tienda
para medir, cuadrantes pesarosos,
la ruina de su paz y de su hacienda.
Ellas, las que soñaban
perdidas en los vastos aposentos,
duermen en hospedajes avarientos.
Propietarios de huertos y de huertas copiosas,
regatean las frutas y las rosas.
Con sus modas pasadas
y sus luengos zarcillos
y su mirar somero,
inmútanse a los brillos
de los escaparates de un joyero.
Y después, a evocar la sandía tropa
de pavos, y su susto manifiesto
cuando bajaban por aquel recuesto...
¡Oh siestas regalonas,
melindre ante la jícara que humea,
soponcio ante la recua intempestiva
que tumba las macetas de las pardas casonas;
lotería de nueces,
y Tenorio que flecha el historiado
postigo de las rejas antañonas!
Paso junto a las lentas fugitivas: no saben
en su desgarbo airoso y en su activo quietismo,
la derretida y pura
compensación que logra su ostracismo
sobre mi pecho, para ellas holgadamente
hospitalario, aprensivo y munificente.
Yo os acojo, anónimas y lentas desterradas,
como si a mí viniese
la lúcida familia de las hadas,
porque oléis al opíparo destino
y al exaltado fuero
de los calabazates que sazona
el resol del Adviento, en la cornisa
recoleta y poltrona.
irene ci May 13
con el corazón acelerado,
no es una opción el frenado,
ya que ha empezado,
este loco amor.

llena de dudas y miedos,
en este autobús,
yo te deseo y espero.

tu abrazo me hará sentir viva,
derretida por tus caricias.
Ken Pepiton Jun 3
{those donuts are three days older, that's all}


I did not buy them, there was always a Winchells
a walk from any where, free no more than 27 hours,
that's right, new donuts daily clean and reheat to fry,
takes about three hours, to fry the first batch, minutes

but during the warm up, Winchell's in LA metro, threw
all the donuts in the store at grease refresh, goes,
in the bag, for whoever gets there first, we do,
we always do, this is our Winchell's, Dennis Easy Rider,
he lived at 1312, we had 1412 N. Crescent Heights
Hopper, that's him,
what's a generational remembering, the sounds
Harley's Made then, Indians had a tone, different,
Honda's were scooter legal kid of 14, 55MPH
one passenger, no helmets, and skateboards
and whisky

Pseudovectorial spinning applied
to a two pivot pendulum pattern painting,

no sweat, in 2006, a Flashscript could doit done it

This has Mel Zalewsky
"La Papelera de Secretos" on stage, window, screen
gut to heart to brain, brain tastes the conversation,

sense minds of this demo model, has this retina
reverted to wemind and become a model reader
thunk through
to live another new day
in digital paradice as far as any mind,
any form information acting free agents, so true.

We all know we each see what we each see, so
true held… just so, for as long as we have period sets

NPC. Once deeper, fly on the wall,
not buzzing,
not bothering any body's piece
of mind, weform, many lenses on one flake
glint true choice worth value heavy mindwise

of what weform from, as lakes freeze at your touch

Mel Zalewsky
"La Papelera de Secretos"
Guardaste mis secretos:  
los poemas que arranqué del pecho  
y lancé hacia tu oscuridad.  

Esos versos torpes,  
hojas arrugadas por el llanto,  
pedazos de alma  
que terminaron en tu vientre de metal.  

Nadie supo que fuiste  
el horno donde quemé  
cartas de "siempre"
y sobres de "nunca más".  
Tus esquinas aún huelen  
a tinta derretida.  

Sepultaste las cenizas  
sin preguntar nombres.  
Ahora esos papeles  
—los que sobrevivieron al fuego—  
alumbran otras noches ajenas.  

¿Quién notaría que eres  
solo una papelera?  
Que en tu silencio  
hay más verdades  
que en todos los poemas
que aún no he publicado.  

Mel Zalewsky.

From <https://hellopoetry.com/>

"The Trash Can of Secrets"

You kept my secrets:
the poems I tore from my chest
and threw into your darkness.

Those clumsy verses,
sheets crumpled by tears,
pieces of soul
that ended up in your metal belly.

No one knew you were
the oven where I burned
letters of "always"
and envelopes of "never again."
Your corners still smell
of melted ink.

You buried the ashes
without asking names.
Now those papers
— those that survived the fire —
light up other, distant nights.

Who would notice that you are
just a trash can?
That in your silence
there are more truths
than in all the poems
I have yet to publish.
What if this is okey, we can expect translation or try, I now hope for it

— The End —