Como náufrago en un barco sin hoja de ruta,
me encuentro caminando en esta noche oscura.
Con mil preguntas que a mi mente perturban
y cada una de ellas no tiene respuesta alguna.
Desorbitado, como el centro de mis latidos,
buscando la salida de este laberinto.
Desesperado como el eco de mis dudas,
quiero quitar las barreras que me separan de mi destino.
Descubrir el sendero de luz en mi camino,
para quitar las sombrías ataduras con las que vivo.
Poder recuperar mis deseos escondidos,
poner punto final a la búsqueda del tesoro perdido.
Dejar de proteger el frasco con la rosa en su interior,
eliminar el terror por la bestia que merodea a su alrededor.
Transitar con valor los caminos de la pasión
y profundizar con amor los mares de autoconocimiento y sanación.