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EME Dec 2014
Las opiniones sobran, las acciones faltan.
Estoy harto de esta represión en la cual vivo, una enfermedad de nuestro gobierno sin síntomas mi dolores que llamamos corrupción. Hace 3 meses, 43 estudiantes de la normal rural de Ayotzinapa desaparecieron y fueron asesinados otras 7 personas a manos de nuestra propia policía en conjunto con el narcotráfico y me duele que estemos tan acostumbrados a esta realidad que el decir "simplemente así es México" es algo común cuando han muerto miles de personas en una guerra civil fomentada, apoyada y financiada por nuestro gobierno. No soporto el enterarme de cuantos reporteros han desaparecido y como es que nuestros propios medios de comunicación nos controlan, no puedo ni quiero quedarme callado ante esto, tenemos que hacer algo, actuar de forma pasiva no es una opción después de todos los acontecimientos represores y genocidas que el gobierno Mexicano ordena, estamos en pleno siglo XXI y esa minoría cómodamente colocada en palacio de gobierno actúa tal cual GESTAPO o la S.S.
Ya me canse de ver como la ignorancia y mediocridad en las decisiones de una persona de un solo mandatario nos está llevando a una crisis social inmensa.  
La mediocridad es un parámetro importante que marca la pauta entre los individuos, hace la diferencia entre alguien inteligente, justo y con valor moral a alguien que sólo le interesa su imagen de poder y que sólo aparenta tener inteligencia.
El hombre mediocre es una persona incapaz de usar su imaginación para forjar ideales que planteen un futuro por el cual luchar.
This is not a poem i know it, forgive my language is the spanish and i dont write in any other one. Just is a small critique no the facts that have affected my country for which they make weep to my people and bleed to the nation.
Yo no te conocía, tierra;
con los ojos inertes, la mano aleteante,
lloré todo ciego bajo tu verde sonrisa,
aunque, alentar juvenil, sintiera a veces
un tumulto sediento de postrarse,
como huracán henchido aquí en el pecho;
ignorándote, tierra mía,
ignorando tu alentar, huracán o tumulto,
idénticos en esta melancólica burbuja que yo soy
a quien tu voz de acero inspirara un menudo vivir.

Bien sé ahora que tú eres
quien me dicta esta forma y este ansia;
sé al fin que el mar esbelto,
la enamorada luz, los niños sonrientes,
no son sino tú misma;
que los vivos, los muertos,
el placer y la pena,
la soledad, la amistad,
la miseria, el poderoso estúpido,
el hombre enamorado, el canalla,
son tan dignos de mí como de ellos yo lo soy;
mis brazos, tierra, son ya más anchos, ágiles,
para llevar tu afán que nada satisface.

El amor no tiene esta o aquella forma,
no puede detenerse en criatura alguna;
todas son por igual viles y soñadoras.
Placer que nunca muere
beso que nunca muere,
sólo en ti misma encuentro, tierra mía.
Nimbos de juventud, cabellos rubios o sombríos,
rizosos o lánguidos como una primavera,
sobre cuerpos cobrizos, sobre radiantes cuerpos
que tanto he amado inútilmente,
no es en vosotros donde la vida está, sino en la tierra,
en la tierra que aguarda, aguarda siempre
con sus labios tendidos, con sus brazos abiertos.

Dejadme, dejadme abarcar, ver unos instantes
este mundo divino que ahora es mío,
mío como lo soy yo mismo,
como lo fueron otros cuerpos que estrecharon mis brazos,
como la arena, que al besarla los labios
finge otros labios, dúctiles al deseo,
hasta que el viento lleva sus mentirosos átomos.

Como la arena, tierra,
como la arena misma,
la caricia es mentira, el amor es mentira, la amistad es mentira.
Tú sola quedas con el deseo,
con este deseo que aparenta ser mío y ni siquiera es mío,
sino el deseo de todos,
malvados, inocentes,
enamorados o canallas.
Tierra, tierra y deseo.
Una forma perdida.
De pintor ignorado, tal vez santafereño
Discípulo de Vásquez, borrosa, amarillenta,
Se ve la tela antigua, de artístico diseño.
En el marco, una cifra: 1680.

Es retrato de dama. Negros ojos, risueño
El labio, nariz fina. Veinte años aparenta.
Abstraída parece como en lejano ensueño,
En un lejano ensueño que luz de luna argenta.

¿De un Oidor fue la hija? ¿Fue de un Oidor amada?
Las noches coloniales, todo el pasado, un mundo
De leyendas desfila, como en visión soñada;

Y una canción se escucha, cadente y dolorida,
Mientras se riega, pálida, desde el azul profundo,
La luz de las estrellas en Santa Fe dormida.
Daniii Jul 14
La soledad no llega como un trueno,
llega como el polvo:
lenta, invisible,
y cuando te das cuenta,
ya cubre todo lo que sos.

No golpea la puerta.
No necesita permiso.
Se mete en los silencios,
en las pausas,
en las noches donde nadie pregunta por vos.

Hay días que no me hablo,
como si mi voz también me abandonara.
Y me observo, desde lejos,
como si fuera otro,
alguien que camina sin destino
pero aparenta tenerlo.

Soy mi propio testigo,
mi propio juicio,
mi propia pena.

A veces pienso que la soledad
no es no tener a alguien,
sino no tenerse a uno mismo.
Y yo me perdí hace tiempo
en alguna pregunta sin respuesta.

¿Cómo se llena un vacío
que tiene la forma exacta de uno mismo?
¿Cómo se abraza el alma
cuando no sabe dónde está?

Hay una tristeza que no llora,
pero arde.
Una nostalgia de algo que no existió,
una memoria inventada
para no sentir que no hubo nada.

Yo he hablado con la sombra
que mi cuerpo proyecta,
y me ha dicho verdades
que ni yo me atreví a confesar.

He amado sin voz,
he esperado sin esperanza,
y he escrito versos que nadie va a leer,
pero que me sostienen
como si fueran raíces
en la tierra de mi propio abismo.

Y en medio de todo eso,
me descubro…
no vencido,
pero cansado.

Cansado de ser fuerte por dentro
mientras por fuera todos creen
que no me pasa nada.

La soledad también respira,
y cuando se acuesta conmigo
en mi cama sin nombre,
a veces me arrulla…
como si fuera lo único
que aún me queda.


Derechos de autor ©️

~Daniii

— The End —