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Doliente estaba, doliente,   ese buen rey don Fernando;
los pies tiene cara oriente   y la candela en la mano.
A su cabecera tiene    arzobispos y perlados;
a su man derecha tiene   los sus hijos todos cuatro:
los tres eran de la reina   y el uno era *******.
Ese que ******* era   quedaba mejor librado:
abad era de Sahagund,   arzobispo de Santiago,
y del Papa cardenal,   en las Españas legado.
-Si yo no muriera, hijo,   vos fuérades Padre Santo,
mas con la renta que os queda,   bien podréis, hijo, alcanzarlo.
Presiono los botones
En el vidrio *****
De una pantalla con muchos
Colores, aunque esta pantalla
Roba esos mismos colores
Del medio circundante
Donde crecen los horrores

Busco información,
Preparación,
Conexión,
Empatía y adoración.
La pantalla se cambia
Y yo me cambio con ella;
Ella tan bella como la promesa
De la televisión.

Pero el sentimiento real
Sigue eludiendo de tal
Forma que pienso
No ser posible alcanzarlo
Jamás.

Imagino un rato,
Un tiempo no muy lejano,
En el que los horrores de pantalla
Soy yo quien los grabo.
2022, Colapsos: Poemas & Arte Digital
Jesus 3d
Reconocer lo que
realmente se necesita,
tener lo suficiente
para alcanzarlo,
y la salud necesaria
para disfrutarlo...

Es un auténtico tesoro,
un verdadero lujo,
y el mayor de los milagros.


Tenerlo todo,
sin saber qué
es lo que realmente
se necesita,
es no comprender
el principio fundamental
de la existencia...

Alimentando
una carencia perpetua,
una necesidad sin sentido.

Por eso,
quien reconoce
lo que verdaderamente
es un tesoro,
va sobrado de todo
lo demás, caminando
con abundancia interior.


Y con la estabilidad
de quien habita
una existencia material en paz...


por haber reconocido
que viento interior
mueve sus propias hojas.

¿O acaso no?

— The End —