Caminamos sin prisa.
Pasos sedosos.
Mi mano izquierda
sobre tu nalga.
Sonrisas brillantes.
Miradas recelosas.
Besos que no se gastan.
Así voy de tu lado.

Me decido al amor
aunque quizás duela luego.
Decido reflejarme en sus ojos,
esos hermosos ojos café,
mientras tenga luz el día.

Me recuerda a las estrellas
cuando los veo brillar por mí.

Quizás,
es una palabra demasiado
relativa.
Quizás también
encuentre a su lado,
todo lo que he buscado
desde siempre.

Por eso,
me decido a vivir,
vivir todos los momentos
que la vida
me regale junto a ella.
Me haré el mudo,  
para que el tiempo sea
quién hable
por nosotros.

“dame un respiro profundo”

me dices
“mi soldado de guerra”

soy un soldado
vagabundo

averiguando por cual lado el debe pelear
ambos polarizados por su ego
y perpetuamente alimentándose
a través del proceso de convertirse en un hombre
aun siendo tan joven

los escombros esconden los traumas
del arte de esa muerte en particular

tu forma de nutrir,
de aceptación y desafío simultáneo
es un cóctel que me emborracha
lo suficiente para volver
a batallar

eres medicina
para una alma
derrotada

crees en la razón por la que luchó
entre tiroteo y faltas de triunfos
no te dejas de mi lado

“tan pronto sigas”

“tan pronto vuelvas a mi cuando herido”

vuelvo a salir con mosquete en mano
y sangre
en la bayoneta

en estas batallas que llevo
encontra de mi
tu me recuerdas que la victoria
solo vendrá al enfrentarme con el espejo

y cuando salga sangrando

se que mi doctora estará allí,
dandome otro
grito de guerra
para volver a salir.

-melancholicreator

El amor aparece
donde menos lo esperas.
Viene solo a tí,
como conducido
por hilos invisibles,
que por mucho que se estiren,
terminan en el lugar correcto,
en el momento propicio.

Cupido y yo
ya no somos amigos.
Así que nada tiene que ver él.
Quizás fue tu sonrisa,
y la mirada que me dedicas.
O los besos
que nos dimos después.

Pero cuando el amor
es el que late en mi pecho,
el mundo cabe en mis manos.

Había perdido el camino
cuando tomaste mi mano,
ya no soy aquel peregrino
que ha vivido de lo vano.
Tu sabor lo encuentro divino,
y aunque a veces lejano,
tus voz es justo un trino
para mis placeres arcanos.

Son tus labios de fresa,
los que me llenan de encanto.
Ya no existe, cuando me besas,
dolores ni desencantos,
porque sacas de mi cabeza
todo estrés, y el quebranto,
de un pasado que embelesa
la paz que ansío tanto.

Sólo espero no acabe
en infortunio lo nuestro,
porque en mi pecho no cabe
más dolores por dentro,
por eso, bajo llave,
guardo mis sentimientos,
para que nadie socave
lo que me queda de resto.