Dice que le gustaría estar en mi cama Arropado entre sabanas de seda No me gusta que la veas El descuido se asemeja al de la carne cubierta No está vivo pero respira Entre el colchón desinflado Las mantas aujeriadas Manchadas de sangre, de esas molestas Y una vez más Me allo entre lo incomprendido de la cucha Mientras refusilo