No nos desampares en el corazón de nuestras oraciones extiende tu mano y toma nuestra voluntad y devoción al amor por nuestros prójimos cesa la sed y el miedo y como la flecha a la marca impulsa los hacia adelante y aquí en nuestro hogar reine el amor pues tanto mal no puede ser todo lo que hay. Madre nuestra, querida luz de la luces, abrazo a nuestra ciudad con tu manos y ternura.