no fue hace tanto que mi vida era un cuarto: cuatro paredes, en realidad no tanto. mi ventana ya por entonces quebrada; mis gritos escapaban, mis manos sangraban, de golpear lo que estuviera a mano, mirando una pantalla que no me decía nada una computadora vieja, fea.. mirándola como si fuera un espejo como si fuera mi cara fue hace tan poco que recuperé mi color y me animé a llamarlo bello que te pude mirar a los ojos sin miedo ni a tu amor ni a tu desprecio aún estoy lejos pero creo que no debe ser tan difícil conseguir una ventana nueva y no pasar tanto frío este invierno, que tanto anhelo pues allí, adelante duermen todos mis sueños bajo mantas acomodadas con cariño por un terco dueño