crepúsculo — el lápiz entre mis dedos la esperábamos, la noche volvió yo estaba escribiendo poemas mientras él — él cocinaba el plato que amo. anoche lloró, leyendo mis palabras hay versos que dejan lágrimas atrás calientes y saladas mejillas mojadas. esta noche, porque el día fue tan hermoso por ser olvidado sentí que tengo que contarlo de una forma poética ¿y si un día mi memoria me traiciona dejando salir esos momentos mágicos de mis pensamientos? hay tantas cosas que me gustan de él de su manera de servir el vino en la copa a la de ver el mundo — su cosmovisión siento una sensación de libertad cuando me encuentro atrás de él en la moto con el viento poderoso como si las rutas fueran nosotras. cuando pongo mi mano en su bolsillo, cuando él desliza también la suya mientras manejando y las noches son suaves cerca de él yo quiero guardar de él sus pigmentos, sus huellas, su piel, su carne me encantan esas ilusiones que me doy a mí mismo que parecemos eternal mientras que todo esto es en realidad solamente efímero. entonces pregunto ¿qué podría hacer? aparte de disfrutar su presencia y la ternura que él me da, su sensibilidad hasta que nuestros caminos se separan. aunque los recuerdos que son nuestros, lo son para siempre siempre se quedarán como si fuéramos inmortales. qué hermosa es la vida, en sus brazos y con poesía