Me terminé de bañar.
Y cuando salí, vi la hora en mi celular…
Allí estaba tu nombre, entre mis notificaciones.
Otro nuevo mensaje tuyo.
Hace 12 minutos atrás.
Aun pasaron 4 horas sin responder tu mensaje anterior.
Las notificaciones tuyas siguen,
a veces las veo,
y sin darme cuenta…
ya pasó otra hora.
Aún no lo abro.
No sé si pueda.
Tu recuerdo, tu sombra,
aún se queda.
Seguir en contacto ya no tiene sentido,
porque tú no vas a cambiar.
Seguirás siendo el mismo,
pensando igual,
prometiendo cosas
que tus acciones no sabrán cumplir.
Y yo…
ya no puedo con eso.
Porque me ha dejado
con heridas
que ahora se llaman
desconfianza.
Para AA.